Hay muchas cosas que duran en tendencia; tal vez una semana, quizás un mes. La mayoría de tendencias son efímeras y se olvidan con el paso del tiempo.
Pero aquello de ser una mujer empoderada es ahora una realidad; para algunas un estilo de vida que a lo largo de los últimos años permanece y va cogiendo más fuerza día a día. Y me encanta que el rol de la mujer cada día es menos subestimado, menos ignorado, más valorado, más exaltado.
Sin duda hay un camino muy largo por recorrer y corregir, sobre todo para dejar de identificar a la mujer como el eslabón débil de nuestra sociedad. Pero ME ENCANTA que las mujeres hemos puesto un alto en el camino; hemos decidido levantar la voz y dejar en claro que, en la delicadeza hay fuerza, poder y mucha valentía.
Precisamente, uno de los caminos más complejos en el que las propias mujeres debemos transitar, es el camino de la comparación.
Es un escenario que nos lleva a nosotras mismas a criticarnos, a estar inconformes y prácticamente a estar en guerra las unas con las otras. Acudimos a frases célebres y cuestionables de todo tipo, como: “ella es muy alta”, “de seguro está operada”, “no tiene casi senos” “está muy gorda para usar lo que está usando” y una infinidad de expresiones casi que acusadoras entre unas y otras.
Creo que es suficiente lo que la mujer tiene que lidiar para ejercer presión entre nosotras mismas: miradas indeseadas, palabras mal intencionadas, comportamientos inadecuados, palabras indiscretas hacia nuestra forma de vestir y hasta la instrumentalización de nuestro cuerpo, son el pan de cada día entre muchas cosas. -porque si sigo, no terminaría esta lista-.
Es decir, ¿Por qué las mujeres nos seguimos tirando tan duro? ¿No es suficiente por todo lo que tenemos que pasar; como para que nosotras sigamos replicando el comportamiento machista en nuestros entornos?
Creo chicas, que llegó la hora de parar y de terminar de señalarnos por nuestros atributos y no atributos. Es tiempo de aceptar a una mujer, no solo por cómo se viste, o por cómo se ve, o por si usa cosas de diseñador, por si está operada, por si tiene el diente chueco… En serio ¿A ti qué? ¿Qué te suma o que te quita?
Si las mujeres fuéramos más unidas y si dejáramos de lado las ideas patriarcales que a lo largo de nuestra vida nos han inculcado… literal, dominaríamos al mundo, cumpliríamos y de seguro sobrepasaríamos las leyendas de las grandes mujeres amazonas.
Ser mujeres y disfrutar de cada una de nuestras curvas, de cada uno de nuestros talentos, aprendizajes y experiencias, y dejar de vernos como un simple pedazo de carne dispuesto a complacer, dar vida y a estar presente en la cocina.
La mujer está de moda y su belleza es mucho más que su cuerpo, su belleza está en la esencia y en cómo, desde ella, invita y promueve espacios de transformación y redefinición.
En este día de la mujer, deja tus ideas estereotipadas y redefine tu belleza y la belleza de las demás, desde algo más allá que su cuerpo.